Kafecitas y seguidores: ha sido un éxito. Quién me iba a decir a mí que cuando se fraguó la idea de Kafé 18 (que para quien no lo sepa, fue la recuperación de la frustación de un disuelto Isardancha), iba a ser un grupo tan aceptado y querido. No ha habido más que halagos y felicitaciones, desde fuera, y también desde dentro (me refiero a los comentarios de Inma e Inés sobre lo orgullosas que se sienten de pertenecer a este grupo y que lo consideran el suyo, pensando que no podrían pertenecer a otro). Creo que es un sentimiento generalizado en el coro: yo también pienso que todas y cada una de nosotras estamos donde debemos estar, y que Kafé 18 es lo que es gracias a las personas que lo integran. Gracias a todas por vuestra aportación.
Hoy el kafé además, nos lo tomamos con azúcar moreno. Gracias también.
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